5 de julio
Hoy es un mal día. Te levantas de la cama y al poner el pie en el suelo te das cuenta de que hace tiempo empezó a ser un mal día.
Vuelvo a reclinarme. ¡Mierda de mala suerte!
Repaso los acontecimientos. Nada nuevo, será que he llegado al límite de lo que hace tiempo he ido tensando. Mi vecina fornica al otro lado de la pared, me corto las uñas, ojeo un libro, abro el cajón de la mesita, cierro el cajón de la mesita... Algo ha quedado atrapado dentro de ese cajón: tengo dos segundos guardados.
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