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DIARIOS DE LA OCUPACION

9 de junio

 

            He ido a casa de Enrique, pero hoy tampoco estaba en casa. No es mala suerte, comprendo que simplemente es imposible dar con él.

          Su portera es dicharachera. Me gusta mucho la palabra dicharachera, pero la portera me gusta menos. Me cuenta que hoy Enrique ha bajado a la calle con el pantalón sucio y una mancha de pintura en la camisa.

           A veces pienso que la portera me ha tomado por un policía y por eso se esfuerza en darme detalles sin importancia. Lo que verdaderamente tiene sentido ella no lo puede comprender. Tampoco importa.

          Le doy las gracias y me marcho. Cuando doy dos pasos me advierte que Enrique llevaba las zapatillas sin anudar...

           Pienso que Enrique ha estado trabajando toda la noche y entrega con el tiempo justo los trabajos, pero la portera sospecha de él algo mucho más intrigante. A mi me gustaría tener esa imaginación para darle alguna finalidad a mi rutina, para justificar mi vida, para encontrarle algún sentido al resto de la mañana que tengo por delante sin hacer nada.

           

 

 

1 comentario

Francisco Cenamor -

Una idea muy interesante. Incluiremos un breve comentario sobre este blog el próximo 10 de octubre de 2008 en nuestro Blog literario Asamblea de palabras para que nuestros lectores y lectoras descubran esta joyita.
Un saludo.