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DIARIOS DE LA OCUPACION

 

25 de mayo

 

Hoy mi vecina se ha cruzado conmigo en la escalera.

La oigo cuando tiende la ropa y canta, pero también la oigo gemir cuando sube el chico de reparto de la panadería.

Después he seguido mi camino hasta el bar de Paco. Estaba excitado, contándome que una guarra se había dejado las bragas en el aseo. Conociéndole, he supuesto que eso no le disgustaba.

Paco ha seguido contándome todos los detalles, mientras yo recordaba el encuentro con mi vecina. En el fondo me da pena el marido. Paco decía que eran  tipo tanga y de color rojo. Tampoco creo que el dueño de la panadería esté contento con los retrasos del dependiente, ni sé quien pagará las dos barras y el colín que le sube a la vecina. Paco venía a contarme que las bragas eran usadas pero estaban limpias y que olían bien...

Efectivamente, a Paco le había gustado y encima me las enseñaba. A mi me da vergüenza hasta reconocer que yo bajo la cabeza cuando me encuentro por la escalera a mi vecino de regreso del parque con sus hijos, porque no se si escuchar los gemidos me hace cómplice del engaño.

 

 

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