16 de mayo
Mi vecina se levanta temprano y canta. Lo hace volcando medio cuerpo fuera de la ventana para tender la ropa sobre el patio de luces. Tiene dos pechos enormes que le cuelgan y se le ven por el escote mientras tiende la ropa y canta.
A veces basta una sonrisa amable para alegrarle a uno el día.
Lástima que todas las risas de su boca se las coma el chico de la panadería cuando sube a su casa con el reparto.
Su marido está contento de comer pan blando cada día.
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