8 de mayo
Paco estaba fregando el suelo cuando he entrado en el bar.
Me ha pedido que esperase en la puerta. Así no se trata a un cliente.
Hoy no desayuno porque tengo mucha dignidad y orgullo. Es domingo, la tienda está cerrada y solo tengo medio litro de leche cuajada en la nevera.
He pensado ir a otro sitio pero eso borraría mi dignidad y mi orgullo, me haría olvidar que tengo hambre por despecho. Además, esta dignidad y orgullo son sentimientos muy baratos, me ahorran dinero. Aprieto fuerte el puño en torno a una moneda, si la hiciera saltar en el aire sonreiría pero tiene hambre y prefiere quedarse en el bolsillo...
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